Santiago W. Bueno, Ph.D. Santiago, R.D. 03 de Junio, 2011.
La República Dominicana, como la mayoría de los países tropicales ha perdido la mayor parte de su cobertura forestal, perdiendo en el proceso diversidad biológica y potencial forestal. De acuerdo con Karl Woodward, en 1909 el país tenía una cobertura forestal de aproximadamente 85%. La FAO informa que, en la actualidad sólo el 27,5% sigue reforestado (Earth Trends, 2005).
La República Dominicana, como la mayoría de los países tropicales ha perdido la mayor parte de su cobertura forestal, perdiendo en el proceso diversidad biológica y potencial forestal. De acuerdo con Karl Woodward, en 1909 el país tenía una cobertura forestal de aproximadamente 85%. La FAO informa que, en la actualidad sólo el 27,5% sigue reforestado (Earth Trends, 2005).
La deforestación en la R.D. es causada por varios factores que podrían ser agrupados por su origen en agentes de orden social, económico, natural e institucional. Entre las fuerzas sociales, podemos citar como causas relevantes, la distribución inadecuada de tierras y el hecho de que 500,000 habitantes rurales practican la agricultura migratoria. Entre las fuerzas económicas cabe mencionar la existencia de una gran demanda de productos forestales (más de $200.0 millones de dólares importados anualmente), una alta tasa de desempleo, especialmente en las zonas rurales, el alto costo de la energía convencional y la falta de incentivos para la inversión en el sector forestal. Las causas naturales se circunscriben a los deslizamientos de tierra, la pérdida de cubierta forestal provocada por la ruta de los huracanes y sobre todo, la ocurrencia de incendios forestales.
Pero el más importante de los factores causando deforestación es el institucional. Si se manejaran apropiadamente las instituciones que inciden en los recursos naturales, se podría afectar de manera positiva la protección y recuperación de los terrenos degradados, mediante la prevención de la ocurrencia de muchos de los factores antes mencionados. Las principales preocupaciones en términos de las fuerzas institucionales que tienen que ver con la deforestación son:
1. la presencia de más de un organismo oficial con superposición de mandato y responsabilidad en la gestión de los recursos forestales,
2. la pobre coordinación inter-institucional,
3. una legislación inadecuada y,
4. el hecho de que el sector forestal es tradicionalmente de baja prioridad para el gobierno central y siempre se le asigna el presupuesto insuficiente (Carrasco, 2002).
Otros factores que influyen en el nivel de deforestación, incluyen los aspectos jurídicos como las leyes y reglamentos relativos al sector forestal. Las consecuencias las paga todo el país. Tangenciales y mensurables son el aumento del precio de los productos forestales, la pérdida de la diversidad biológica, la inestabilidad de los cursos fluviales, el aumento de la sedimentación en las presas, la disminución de la capacidad de generación de energía hidroeléctrica, la pérdida de la fertilidad del suelo y la disminución de la capacidad de producción de alimentos.
Más que eso, se aumenta la demanda por moneda extranjera, la cantidad de agua disponible para riego y consumo humano disminuye y se incrementa considerablemente el peligro por inundaciones como lo sucedido en Santiago a finales del 2007.
Las soluciones para la recuperación de las tierras degradadas en la República Dominicana, requieren de la inversión en instituciones que trabajen directamente en regiones críticas de la nación. Instituciones capaces de implementar programas de desarrollo rural que integren las mujeres, niños y hombres en el desarrollo ecológico del entorno, y mejorando al mismo tiempo su calidad de vida. Los programas deben ser diseñados para proteger los recursos naturales, hacer buena gestión del suelo, garantizar la producción del agua y los bosques, y aumentar la cantidad de los recursos disponibles para el principal integrante del ecosistema, el hombre dominicano.
Más que eso, se aumenta la demanda por moneda extranjera, la cantidad de agua disponible para riego y consumo humano disminuye y se incrementa considerablemente el peligro por inundaciones como lo sucedido en Santiago a finales del 2007.
Las soluciones para la recuperación de las tierras degradadas en la República Dominicana, requieren de la inversión en instituciones que trabajen directamente en regiones críticas de la nación. Instituciones capaces de implementar programas de desarrollo rural que integren las mujeres, niños y hombres en el desarrollo ecológico del entorno, y mejorando al mismo tiempo su calidad de vida. Los programas deben ser diseñados para proteger los recursos naturales, hacer buena gestión del suelo, garantizar la producción del agua y los bosques, y aumentar la cantidad de los recursos disponibles para el principal integrante del ecosistema, el hombre dominicano.
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