Friday, October 24, 2014

La Importancia de las Áreas Protegidas por Bosques para la Producción de Agua Potable

Los bosques y los sistemas de agua dulce interactúan de muchas maneras diferentes. Los primeros proporcionan estabilidad del suelo y reducen la carga de sedimentos; dependiendo del tipo de especies de árboles que estén formados, producen diferentes impactos en la acidificación del agua; reducen la incidencia y la gravedad de las inundaciones dese las cabeceras de las cuencas; influyen en la disponibilidad de agua para los sistemas de riego; y permiten mantener la calidad del agua para consumo humano y fines industriales. Muchas de estas interacciones son complejas y su precisa naturaleza y significado sigue siendo objeto de debate entre hidrólogos, economistas de los recursos naturales y ecologistas. Es de nuestro interés dilucidar sobre el papel de los bosques, especialmente los bosques protegidos, en mantener la calidad del agua potable para las grandes ciudades. Hay muchas razones para este enfoque: muchos habitantes de ciudades ya enfrentan una crisis de calidad de agua. El agua contaminada se ha convertido en una carga enorme y en gran medida produce impactos serios en la salud a corto y a largo plazo, incluyendo la mortalidad infantil.

El agua es, en teoría, un recurso renovable, sin embargo, el descuido y el despilfarro con que se ha utilizado, la velocidad de crecimiento de la población humana y la creciente demanda per cápita de agua, significa que la provisión de suministros adecuados y asegurados de agua son ahora una importante fuente de preocupación, de gastos e incluso de tensión internacional (ver ilustración debajo). De ciento veinte millones de personas en América Latina y el Caribe, cerca del 30 por ciento de la población urbana, carece de agua potable. Muchas personas mueren cada año como consecuencia directa de esta escasez. Anualmente, 2.2 millones de muertes, cuatro por ciento de todas las muertes en todo el mundo, pueden ser atribuibles al insuficiente suministro de agua potable.

¿Qué pueden proporcionar los bosques?
Gran parte del agua potable del mundo proviene de cuencas que están o deberían estar naturalmente forestadas. Parece haber un vínculo claro entre los bosques y la calidad del agua que sale de una cuenca, un vínculo mucho más esporádico entre los bosques y la cantidad de agua disponible y un enlace variable entre bosques dependiendo del tipo y edad y la constancia del flujo. El conocimiento del tipo y edad de los árboles, las condiciones del suelo y las necesidades del usuario, puede ayudar a determinar qué tipo de políticas de manejo forestal será más beneficiosa. Como sucede ahora más que nunca en las regiones aledañas a San Jose de las Matas, la pérdida de cubierta forestal y la conversión a otros usos de la tierra puede afectar gravemente las fuentes de agua dulce, amenazando la supervivencia de millones de personas que utilizan nuestras aguas en la parta occidental del Valle del Cibao.

Hay una suposición generalizada de que los bosques proveen las funciones ecosistémicas útiles en mantener un suministro constante de agua de buena calidad. De hecho, la función hidrológica de los bosques sigue siendo objeto de debate. Los impactos del uso de la tierra sobre los recursos hídricos dependen de muchos factores ecológicos y socioeconómicos, dificultando las generalizaciones. Los factores naturales incluyen la estructura del suelo, la topografía y el clima, mientras que los factores socioeconómicos incluyen capacidad económica y el conocimiento de los agricultores, las prácticas de manejo y el desarrollo de infraestructuras. Por lo tanto el impacto preciso de LAS cuencas forestadas en el suministro de agua varía considerablemente entre lugares y también puede variar en un solo lugar dependiendo de factores tales como la edad y composición del bosque.


Según un análisis preparado por el Profesor Lawrence Hamilton y David Cassells del Banco Mundial, el agua que procede de cuencas con bosques, es generalmente de mayor calidad que el agua procedente de cuencas donde predominan otros tipos uso a la tierra. Además de proveer agua con calidad, las cuencas forestadas pueden tener un impacto local importante en la regulación de flujo de agua. Un bosque no perturbado con sotobosque, hojarasca y suelo orgánico enriquecido es la mejor cobertura del suelo para una cuenca con el fin de minimizar la erosión por agua. Cualquier actividad, incluyendo la remoción de hojarasca, incendios, pastoreo o arrastre en la tala, elimina esta protección y aumenta la erosión. El agua podría convertirse en no apta para su uso humano, o en dado caso, se aumentarían considerablemente los costos para hacerla útil. Al minimizar la erosión del suelo mediante su protección, los bosques reducen el problema de la sedimentación que se produce debido al transporte y deposición de las partículas del suelo en los cursos de agua. Esta tarea es difícil hoy día, pues si se dice que los que manejaron los bosques serranos a mediados del siglo pasado mermaron significativamente sus poblaciones, los encargados de autorizar la gestión del bosque hoy día, “autorizan” su destrucción sin sentir remordimiento.

No comments:

Post a Comment